lunes, 19 de marzo de 2012

Es una enfermedad de causas diversas (psicológicas y somáticas), que produce desarreglos en la ingesta de alimentos con periodos de compulsión para comer con otros de dietas abusivas, asociado a vómitos y la ingesta de diversos medicamentos, tales como los laxantes y los diuréticos.
Esta enfermedad la padecen mayormente las mujeres que los hombres, aparece en la adolescencia ya que en esta etapa es donde se produce la mayor sensación de angustia y necesidad de aprobación por parte de sus amigos, y demás personas que giran al entorno de la persona.

Síntomas:

Generalmente las personas que padecen bulimia han sido obesas o han realizado numerosas dietas sin control médico. Tratan de ocultar los vómitos y las purgaciones, por lo que la enfermedad suele pasar desapercibida durante mucho tiempo. Los síntomas más comunes son
los siguientes: Se comienza con dietas para mejorar el aspecto físico. El deseo de comer alimentos dulces y ricos en grasas es muy fuerte. Los sentimientos de ira, cansancio, ansiedad, soledad o aburrimiento provocan la aparición de ingesta compulsivas. Después de un acceso se siente una gran culpa o se ensayan diferentes métodos para eliminar lo ingerido (vómitos provocados, laxantes, etc.).
Ansiedad o compulsión para comer.

Vómitos.

Excesiva actividad física.
Abuso de medicamentos laxantes y diuréticos. Seguimiento de dietas diversas. Deshidratación. Siente culpa y vergüenza ante su falta de control sobre los alimentos.Verifica frecuentemente el peso, el cual usualmente es normal, aunque la persona se puede percibir a sí misma con sobrepeso. Alteraciones menstruales. Aumento y descensos de peso bruscos. Aumento de caries dentales.

Algunas medidas para vencer la bulimia

• Comer bien, a horas fijas y procurar sentarse a la mesa en compañía de otras personas para no desmandarse.

• Planear las actividades del día para permanecer todo el tiempo ocupado; el aburrimiento y la soledad pueden incitar a comer demasiado.

• Tratar de expresar a los demás los sentimientos íntimos; contener la ira y la frustración a menudo impulsa a comer para desahogarse.

• Darse un gusto de vez en cuando; comer ocasionalmente un chocolate o unas papas fritas no hace daño y sirve para no codiciar los alimentos “prohibidos” (los que hacen subir de peso).

• No guardar en la alacena ni en el refrigerador “tentaciones” que contengan muchas calorías, como pastelillos, dulces y helados.

• No tomar laxantes ni provocarse el vómito después de una comilona ocasional; dichos fármacos pueden provocar dependencia y dañar la salud.

• No comer tentempiés entre los alimentos, pues a menudo se empieza con poco y se termina atiborrándose de comida.

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